Depresión en adultos mayores: Un problema de salud mental silenciado – Copy

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La depresión en adultos mayores es una preocupación creciente que a menudo se pasa por alto, tanto por los propios afectados como por sus familiares.

En España, la población mayor de 65 años está aumentando, y con ello, la incidencia de trastornos emocionales como la depresión.
En muchos casos, estos síntomas son atribuidos erróneamente al envejecimiento normal, lo que retrasa la búsqueda de ayuda profesional.

Sin embargo, la depresión en esta etapa de la vida no es una consecuencia inevitable de envejecer; es un trastorno tratable que puede mejorar significativamente la calidad de vida.

En clínicas como Sentir, los servicios de psiquiatría están disponibles para atender esta problemática, proporcionando apoyo personalizado a quienes enfrentan este desafío emocional. Siempre de la mano del equipo de psicología y neurología.

¿Qué causa la depresión en los adultos mayores?

La depresión en adultos mayores es un fenómeno multifactorial, es decir, no se origina por una única causa, sino por la interacción de varios elementos.

Entre los factores más comunes encontramos:

  1. Pérdidas personales y duelo prolongado:
    El fallecimiento de cónyuges, amigos o familiares cercanos es una de las experiencias más dolorosas que enfrentan los adultos mayores. Aunque el duelo es una respuesta natural a la pérdida, cuando se prolonga excesivamente puede convertirse en depresión.
  2. Problemas de salud física:
    La aparición de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, artrosis o enfermedades cardíacas afecta tanto la capacidad funcional como el estado emocional. Además, el dolor físico constante puede ser un factor importante que aumenta los síntomas depresivos.
  3. Aislamiento social:
    El envejecimiento puede llevar a una disminución de las interacciones sociales debido a la jubilación, la pérdida de movilidad o la muerte de seres queridos. Este aislamiento reduce las oportunidades de compartir experiencias y emociones, aumentando el riesgo de desarrollar depresión.
  4. Cambios neurológicos:
    La depresión en adultos mayores también puede estar relacionada con cambios a nivel cerebral. Algunos estudios sugieren que los desequilibrios en los niveles de serotonina y dopamina, neurotransmisores clave para la regulación del estado de ánimo, son más comunes en esta etapa. De ahí la importancia del trabajo en equipo de psiquiatría y neurología.
  5. Factores psicológicos y culturales:
    En sociedades que valoran la juventud, los adultos mayores pueden experimentar sentimientos de inutilidad o invisibilidad. Esta percepción negativa puede contribuir a una baja autoestima y, finalmente, a la depresión.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión en adultos mayores?

Reconocer la depresión en adultos mayores puede ser más complicado que en otras edades, ya que los síntomas a menudo se confunden con los cambios normales asociados al envejecimiento. Sin embargo, algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Cambios en el estado de ánimo: tristeza persistente, apatía o irritabilidad que no se explican por circunstancias inmediatas.
  • Pérdida de interés o placer: falta de entusiasmo por actividades que antes disfrutaban, como hobbies, reuniones familiares o eventos sociales.
  • Alteraciones en el sueño: insomnio, despertares frecuentes o, por el contrario, dormir en exceso.
  • Problemas cognitivos: dificultades para concentrarse, olvidos frecuentes o sensación de «confusión mental».
  • Cambios en el apetito y peso: falta de apetito que conduce a una pérdida de peso o, en algunos casos, alimentación compulsiva.
  • Dolor y malestar físico sin causa médica aparente: dolores de cabeza, musculares o gastrointestinales que no responden a tratamientos convencionales.

Es importante destacar que estos síntomas no siempre son evidentes para los familiares o el propio paciente, lo que hace aún más crucial la intervención de un equipo de psiquiatría y neurología, para un diagnóstico adecuado.

Impacto de la depresión en la calidad de vida

Cuando no se trata adecuadamente, la depresión en adultos mayores puede implicar un deterioro significativo en la calidad de vida hasta un mayor riesgo de mortalidad.

El impacto de este trastorno se extiende a varios aspectos:

  • Problemas de salud física: la depresión puede agravar las enfermedades existentes, disminuir la adherencia a los tratamientos médicos y aumentar el riesgo de complicaciones.
  • Aislamiento profundo: los mayores con depresión tienden a aislarse aún más, lo que perpetúa un círculo vicioso de soledad y malestar emocional.
  • Riesgo de suicidio: aunque poco mencionado, el suicidio en adultos mayores es un problema real y alarmante. Según datos de la OMS, este grupo de edad presenta una de las tasas más altas de suicidio.

¿Cómo puede ayudar un psiquiatra?

Desde el área de psiquiatría, en equipo con psicología y neurología, se aborda la depresión de manera integral, adaptando el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente.

Los especialistas en salud mental ofrecen diversas opciones terapéuticas:

  • Terapia psicológica individual: la psicoterapia ayuda a las personas a entender lo que les está sucediendo, desarrollando nuevas habilidades de afrontamiento y recursos
  • Tratamiento farmacológico: los medicamentos antidepresivos modernos son seguros y efectivos. Aunque siempre deben ser ajustados según las características individuales del paciente, como otras patologías presentes o interacciones medicamentosas.
  • Terapia familiar: involucrar a los familiares en el tratamiento es crucial para crear un ambiente de apoyo y comprensión.
  • Fomentar la socialización: se puede recomendar programas de actividades grupales que estimulen la interacción social, como talleres, actividades culturales o grupos de apoyo.
  • Atención integral: se trabaja en colaboración con otros profesionales de la salud, como neurólogos, terapeutas ocupacionales o logopedas, para abordar de manera completa las necesidades del paciente.

Prevención de la depresión en la tercera edad

Además de tratar la depresión existente, es importante implementar medidas preventivas para minimizar el riesgo:

  • Fomentar una vida activa: participar en actividades físicas y sociales puede mejorar el estado de ánimo.
  • Mantener una rutina saludable: una dieta equilibrada, sueño adecuado y ejercicio regular son fundamentales.
  • Promover el contacto social: mantener relaciones significativas con familiares y amigos ayuda a reducir el aislamiento.

Conclusión

La depresión en adultos mayores no debe ser ignorada ni subestimada. Aunque es un problema frecuente, se puede tratar

Si tú o un ser querido está experimentando síntomas compatibles con estar atravesando depresión, buscar ayuda profesional es esencial para recuperar su calidad de vida.

Contactar a un psiquiatra es el primer paso hacia un diagnóstico adecuado y un tratamiento eficaz que pueda devolver la esperanza y la calidad de vida en esta etapa vital.

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Ana Mª Rey Calvo

Pedagoga especializada en Orientación Educativa

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